Promueven la lengua materna purhépecha

>> Ayuntamiento dona terreno a Centro de Educación Inicial Indígena.

Lamberto HERNÁNDEZ MÉNDEZ

MORELIA, Mich.- En México existen 56 etnias de las cuales 20 están en peligro de extinción; se hablan 67 lenguas maternas, entre ellas el purhépecha, náhuatl, mazahua y otomí, en Michoacán. El Ayuntamiento de Uruapan entregó oficialmente un terreno de 726 metros cuadrados para la construcción del Centro de Educación Inicial Indígena Purhépecha, como una forma de promover y conservar nuestra lengua materna.

Y es que en las cuatro regiones, zona lacustre del Lago de Pátzcuaro, Meseta Purhépecha, Cañada de los Once Pueblos y Ciénega de Zacapu, existen unos 19 municipios con 165 comunidades donde habitan algo así como 400 mil personas donde poco a poco va desapareciendo o extinguiéndose la lengua materna.

Las autoridades municipales encabezadas por el alcalde Víctor Manuel Manríquez y el Síndico Municipal, Ignacio Campos Equihua, firmaron el documento de entrega oficial del terreno ubicado en la esquina de las calles Cruz Latina y Cruz de Ancora, en la populosa colonia La Cruz, el último asentamiento humano al noroeste de la ciudad de Uruapan.

La directora del plantel, Armandina Equihua Pérez, dijo que actualmente se cuenta con 46 niños de tres años de edad, quienes reciben clases de lengua materna por parte de dos profesores bilingües, y las madres de familia, orientación sobre buena crianza, valores y costumbres indígenas. Actualmente reciben clases en un pie de casa que les prestaron.

La educación es la base del desarrollo de cualquier sociedad; un centro de educación indígena como éste, es una luz de esperanza, dijo el Síndico Nacho Campos.

Los gobiernos no deberían invertir en compra de armas para combatir la violencia, sino en escuelas, para mejorar las condiciones de nuestros niños y jóvenes y consecuentemente el tejido social, para unos mejores ciudadanos y un mejor municipio, manifestó el alcalde Víctor Manríquez.

Colocaron la primera piedra en un terreno a desnivel manera de joya entre árboles de aguacate y sobre un pastizal donde los niños bailaron algunas piezas. Una populosa colonia entre barrancos, matorrales, mojoneras y pedregales, habitada por personas provenientes de diferentes partes de la entidad.