Muestra de comida tradicional en Kenia
Lamberto HERNÁNDEZ MÉNDEZ
ANGAHUAN (Uruapan), Mich.- En noviembre del año 2010, en
Nairobi, Kenia, se verificó la asamblea ordinaria de la Organización de las
Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), donde la
pirekua y la comida tradicional indígena, fueron nominados patrimonio
inmaterial cultural de la humanidad; seis años después, de nueva cuenta una
delegación acudirá a ese lugar africano a una muestra gastronómica, encabezada
por la cocinera tradicional Juanita Bravo Lázaro.
El evento denominado primera semana gastronómica de
México en Kenia, inicia el 17 del presente mes de noviembre y es a invitación
de la canciller de Relaciones Exteriores, Claudia Ruiz Masseiu y del embajador
de México en Kenia, Erasmo Martínez.
En víspera de su partida hacia el Continente Africano,
Juanita Bravo aceptó una entrevista con este medio de comunicación, nos dijo
que estaba preocupada porque a lo mejor no llegaban todos los ingredientes
naturales que utiliza en la preparación de las comidas, pero también por el
largo viaje, “ya fui una vez y son como 22 horas de avión, está muy pesado,
hacemos una sola escala en Ámsterdam, en Holanda.
Ataviada con su indumentaria tradicional en su casa de
esta comunidad de Angahuan, alternaba conversación en su lengua materna, el
purhépecha, con miembros de su familia; todo eran preparativos y que esto,
que’lotro.
Juanita Bravo, junto con Medardo Méndez Alfaro, de la
Secretaría de Turismo del Estado de Michoacán; el Dueto Zacán conformado por
René y Chavalín, entre otras personalidades, acudieron en noviembre del 2010, a
Nairobi para apoyar el expediente donde se proponía a la comida tradicional,
fuese declarada patrimonio de la humanidad, al igual que la pirekua, que es el
canto de los purhépecha.
Ambas solicitadas fueron aprobadas por la asamblea
ordinaria de la Unesco. Fue un gran logro para el pueblo mexicano, michoacano,
pero principalmente para el pueblo purhépecha.
Juanita Bravo ha luchado desde niña, cuando tuvo que
vivir algunos años con su abuela paterna quien le enseñó a elaboración
artesanal de rebozos y guanengos; a los doce años de edad, regresa con sus padres
para ayudar a los gastos de la casa ya que eran muchos hermanos.
Su padre era un guía de turistas, de esos que traen un
caballo y están a la espera de los visitantes para llevarlos a las ruinas, al pueblo sepultado por la lava
del volcán más joven de México, el Parhíkutin; al paso de los años, se percató
de la necesidad de vender comida al turismo que en muchas ocasiones le
preguntaban a su papá de algún lugar para comer.
En la entrevista dice que se ofreció a prepararles algo
de comer a su regreso de la travesía de los diferentes ecosistemas como el
bosque, la llanura, la lava y la montaña; conseguía fiado los ingredientes para
los alimentos, como la carne, chiles, jitomates y la masa; ella preparaba la
salsa en molcajete y las tortillas a mano en comal, una vez que le pagaban, iba
y a la vez pagaba lo fiado. Así comenzó esta buena aventura de la que hasta hoy
goza de fama internacional.
Pero antes, la vida le pondría una dura prueba, enviudó a
los poco años de haberse casado, tuvo que salir adelante con sus cinco hijos;
se dedicó a la artesanía, principalmente elaboración de rebozos en telar de
cintura, guanengos, como también haciendo tortillas a mano, desgranando maíz o
venta de antojitos en la puerta de este domicilio donde llevamos a cabo la entrevista.
La casa ubicada casi al fondo de un callejón, donde aún
se observan viviendas de madera, tejamanil, adobe o tabique, la calle empedrada
y algunas partes con arena negra, de esa que a partir del año 1943, estuvo
lanzando el Parhíkutin tras su nacimiento el sábado 20 de febrero en la milpa
de Dionicio Pulido.
Angahuan se localiza a 32 kilómetros de Uruapan y que
significa “lugar después de la pendiente”, es un poblado típico de la Meseta
Purhépecha, donde mantienen sus costumbres y tradiciones, su lengua materna el
purhépecha y la mayoría su vestimenta tradicional; con su patrono Santo
Santiago, dividido en cuatro barrios que son San Juan, Guadalupe, Santiaguito y
San José.
La entrevistada inició su participación en esto de la
comida tradicional, de manera oficial, luego de que una señora, que no recuerda
el nombre, la invitó a una muestra gastronómica el 16 de septiembre y luego en
el Domingo de Ramos, en la ciudad de Uruapan.
Preocupada nos dijo que había llevado al aeropuerto de
México, algunos de los ingredientes que utilizará en Nairobi; nos adelantó que
preparará churipu, kurundas, mole rojo y verde, atoles con tamales y una
diversidad de atápakuas, pero todo depende de lo que pueda llevar al continente
africano.
Como antecedente, les comentaremos que Nairobi es la
capital de Kenya y proviene de la frase que significa “lugar de aguas frescas”,
es el centro comercial y cultural de esa ciudad también conocida popularmente
como “la ciudad verde en el sol”, que fue fundada en 1899 por británicos, es la
más poblada de África Oriental con una población de 3.5 millones de habitantes.
Son más de 22 horas de vuelo, dijo, está muy pesado y
solamente hace escala el avión en Ámsterdam, en Holanda. Le sugerimos llevara
una memoria con música purhépecha, de orquestas, bandas, conjuntos o de
pireris. Lo pensaré, murmuró.
Ha participado en un sinnúmero de encuentros de cocineras
tradicionales, de conferencias, diplomados, recibido menciones honoríficas y es
integrante del Consejo Consultivo Gastronómico Nacional. Forma parte de las
cocineras tradicionales de la región junto con Benedicta Alejo de San Lorenzo y
Lanchis Hernández de la comunidad de Zacán.
Le deseamos buena suerte; se comprometió a estarnos
informando diariamente de lo que esté ocurriendo durante el evento y
abastecernos de fotografías en la medida de los posible desde Nairobi, en el
Continente Africano.
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